Sierra Leona combate el brote de mpox: “Vemos casos de negación total por parte de los pacientes, que se refieren a ella como varicela”
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Sierra Leona atraviesa un nuevo brote de mpox, una enfermedad que en enero de este año fue declarada como emergencia de salud pública por el ministerio de Salud local. Los 16 distritos del país han registrado casos, y los de la zona occidental, incluida la capital Freetown, han sido identificados como focos del brote. "La mpox no es nueva en Sierra Leona. Esta es la cuarta vez que registramos casos. El brote actual está afectando principalmente al distrito del Área Rural del Oeste y a la capital, que son zonas densamente pobladas con más de un millón de habitantes", explica Agnes Dama, referente de Médicos Sin Fronteras para la respuesta de mpox en Sierra Leona y encargada de coordinar las actividades médicas de la organización relacionadas con el brote en el país. Según la Agencia Nacional de Salud Pública (NPHA por sus siglas en inglés), hasta el 10 de julio se habían registrado 4.599 casos confirmados en el país y 33 muertes.
En la imagen, George Kamara, responsable de salud comunitaria de MSF, examina a un paciente en el centro de tratamiento de mpox en Calaba Town, un vecindario de la capital.Noor Ahmad Saleem (MSF)“En Sierra Leona, la disminución continúa tanto en los casos sospechosos como en los confirmados, lo cual es bastante alentador. Sin embargo, el hecho de que la positividad de las pruebas siga siendo de alrededor del 85 % sigue resaltando la necesidad de acelerar las intervenciones que se han implementado en términos de vigilancia activa”, destacó el pasado jueves en una rueda de prensa online Yap Boum, subgerente de incidentes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC). En la fotografía, Isata Conteh, del ministerio de Salud, selecciona medicamentos para un paciente en la farmacia del centro de tratamiento de mpox apoyado por MSF en Calaba Town, el 19 de junio de 2025.Noor Ahmad Saleem (MSF)Para hacer frente al brote, el ministerio de Salud de Sierra Leona ha intensificado la campaña de vacunación en todo el país, priorizando a los trabajadores sanitarios que están en primera línea y a las poblaciones vulnerables y de riesgo. También ha introducido medidas de distanciamiento entre personas y ha puesto en marcha campañas de concienciación enfocadas a la ciudadanía sobre esta enfermedad vírica, cuyos síntomas más comunes son erupciones cutáneas y lesiones en las mucosas que pueden durar de dos a cuatro semanas acompañadas de fiebre, dolor de cabeza y musculares, falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos. En los casos más graves puede llegar a ser mortal. En la fotografía, Marie Josephine Kamara, vacunadora del ministerio de Salud, se prepara para administrar la primera dosis de la vacuna contra la mpox al personal que trabaja en el centro de tratamiento en Calaba Town, Freetown, Sierra Leona, el 9 de junio de 2025.Mary Dumbuya (MSF) Desde enero de 2024, se han registrado 45.822 casos confirmados de mpox y 156.833 sospechosos, así como 213 muertes confirmadas y 1.840 sospechosas en 26 países africanos, entre los que destacan como más afectados la República Democrática del Congo, Sierra Leona, Burundi y Uganda, según datos del pasado jueves de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC). Yap Boum, subgerente de incidentes de CDC, incidió en la rueda de prensa telemática en que el objetivo es que "para agosto, la mpox esté controlada en países donde nunca se ha presentado lo que llamamos epidemia, y en otros lugares de la región donde sí la ha habido". "Entendemos que quizás no lleguemos a cero casos de mpox en los países, pero queremos que alcancen un nivel en el que la puedan controlar fácilmente utilizando las diferentes medidas [vacunación, vigilancia y gestión de casos] que hemos aprendido", añadió Boum. En la imagen, Musu Kamara, enfermera del ministerio de Salud, recibe la primera dosis de la vacuna contra la mpox en el centro de tratamiento apoyado por MSF en Calaba Town el 9 de junio. Mary Dumbuya (MSF)Médicos Sin Fronteras ha apoyado la respuesta gubernamental con la rehabilitación de la sala de aislamiento sanitario del hospital Connaught y del hospital público de Kenema, ha formado al personal del ministerio de Salud en medidas de prevención y control de infecciones, ha donado suministros para reforzar estas medidas y ha impartido formación sobre cómo producir cloro en el ámbito local. Además, ha puesto en marcha en junio un centro de tratamiento de casos de mpox graves y moderados con 50 camas en Calaba Town, vecindario de Freetown. En la imagen, una vista del centro de Calaba el pasado 19 de junio. Mary Dumbuya (MSF)Dos trabajadores sanitarios examinan a Wilson [nombre ficticio], un bebé de un mes ingresado en el centro de tratamiento de mpox en Calaba Town, Freetown (Sierra Leona), a mediados de junio. Su madre, Fatima [nombre ficticio], explica que su hijo tenía solo dos semanas cuando advirtió lesiones en su piel. "Luego le subió la fiebre, así que lo llevé al centro de salud de mi comunidad. Me dijeron que solo era un sarpullido y me dieron una pasta para untarle en la piel". Días después, Fatima volvió con su bebé al centro de salud para actualizar su cartilla de vacunación y una enfermera vio cómo las lesiones se habían extendido a un pie, por lo que decidieron hacerle la prueba de la mpox. Al día siguiente, la mujer recibió una llamada en la que le comunicaban que su hijo había dado positivo y que tenían que vacunar al resto de la familia y también a los vecinos. "Me alegré cuando los trabajadores sanitarios vinieron a mi casa vestidos con ropa de calle, por lo que mucha gente de mi comunidad no sabe que mi bebé tiene mpox. Solo lo saben mis vecinos más cercanos, que también fueron vacunados. Me preocupaba que nos tuvieran miedo a mi hijo y a mí", relata.Noor Ahmad Saleem (MSF)Según inciden desde MSF, el estigma y la falta de concienciación son algunos de los factores que impiden a las personas afectadas buscar atención sanitaria. Así lo constata Dama, la referente médica de MSF para la respuesta al brote de mpox en Sierra Leona. "Inicialmente, los casos leves de mpox se manejaban mediante el autoaislamiento, y los casos graves eran ingresados en un centro de salud. Sin embargo, debido a la estigmatización, la falta de información y el miedo, muchas personas no acuden a los centros de tratamiento. Vemos casos de negación total por parte de los pacientes, que se refieren a la mpox como varicela y lo tratan con alcohol, arcilla local y hierbas tradicionales", explica.Noor Ahmad Saleem (MSF)"Algunos pacientes llegan al centro sin esperanza de mejorar, ya que han visto mucha desinformación sobre la mpox", incide Dama. La reponsable de MSF explica que también les cuesta aceptar que tienen la enfermedad e informar a su círculo cercano por el estigma que podrían sufrir en sus comunidades y las creencias tradicionales que hay sobre el tratamiento. "Con el acompañamiento psicosocial que les brindamos, estamos viendo una mayor aceptación, los pacientes poco a poco comprenden su diagnóstico y recuperan la confianza en que pueden curarse". En la imagen, tomada el 19 de junio, una enfermera vestida con un equipo de protección individual (EPI) sostiene la historia clínica de una paciente en la sala de mujeres del centro de tratamiento de mpox de Calaba Town, en Freetown.Noor Ahmad Saleem (MSF)
Michael [nombre ficticio] uno de los pacientes que ha sido atendido en este centro, explica que los primeros síntomas que sintió fueron protuberancias, picazón y dolor en los genitales. Luego le empezó a picar la cara y a no poder dormir por las noches. Tras intentar tratarse con antibióticos, inyecciones, sal, limón o alcohol, decidió hacerse una foto y enviársela a una amiga suya que es enfermera, sin decirle que era él. “Me daba demasiada vergüenza”, explica este hombre. Le recomendó que se hiciera la prueba para la mpox y cuando dio positivo, Michael no se sorprendió. “Querían mandar una ambulancia para recogerme y llevarme al centro, pero me negué porque todos mis vecinos sabrían que tengo la enfermedad", recuerda. “No le he dicho a ninguno de mis amigos ni familiares que tengo mpox. No lo entenderían y les daría miedo estar cerca de mí”, explica. “Yo también tenía miedo de esta enfermedad. En el hospital donde me hice la prueba, escuché a algunos pacientes con mpox llorando, y pensé que si mis resultados salían positivos, yo también lloraría… y así sucedió”. George Kamara, trabajador de MSF, examina a un paciente el 19 de junio de 2025 en el centro de tratamiento de MSF en Calaba Town, Freetown.Noor Ahmad Saleem (MSF)